viernes, 3 de mayo de 2013

El Olor de las PALABRAS


-¡Ay, cómo huelen los libros a viejo!- dijo mientras sujetaba con manos temblorosas una edición del siglo XVIII del Quijote. Estaba sentada en la fila de atrás y pude oler a cuero, a tinta, a escribanos, a castellano antiguo, a los sueños de Alonso Quijano, a Dulcineas del Toboso...
Intenté acariciar las tapas, casi con miedo, temiendo que el papel empezase a descomponerse, a desaparecer entre mis dedos y pensé en Cervantes, en qué pensaría si nos viese allí. Aprendices de escritores enamorados de las letras deseando escribir, tan sólo media página, con la misma magia que lo hacía él y con su libro entre las manos...tres siglos después.





4 comentarios:

  1. Las palabras son mágicas, pueden esconderse tantos siglos, pueden llegarnos y traernos aromas y dulzuras de otros 'actuales tiempos' que nos llenan el alma.
    Hermosas tus palabras y tus apreciaciones.
    Besos lindos

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    1. Gracias Anaís. Guarda esos libros como el tesoro que son.
      Un beso muy grande!!!!!

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  2. Aldona Lorenzp pulula en nuestros cuentos.

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  3. También huelen a sueños, magia...y eso no desaparecerá nunca. Me gusta tu relato. Besos...

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