No puedo dormir. Por la noche las palabras asaltan mis sueños. La puerta del armario, que Yui ha dejado abierta y que por hacerme la valiente no cerré, se presenta delante de mis ojos dormidos recordándome aquello que nunca he podido olvidar: los mundos que se esconden tras sus puertas, las aventuras que nunca me atreví a vivir y los seres fantásticos que no dejé entrar por cerrarla todas las noches, antes de acostarme a dormir, muerta de miedo. Esta noche la seguiré dejando abierta, a pesar de la inquietud que me produce cada vez que la veo al girar y girar sobre mi almohada, ya dura de tantas palabras caídas. Por la mañana recogeré esas palabras y quizá encuentre alguna huella (polvo de estrellas o lluvia azul), sobre la ropa doblada, debajo de la cama, o simplemente pueda recoger mis sueños en un papel que guardaré en el armario de mi cuarto junto a los cuentos de mi vida, los que sé que tampoco duermen, como yo, esperando que un día me atreva a entrar a jugar con ellos. Pero es que hay algunos cuentos que aún me siguen dando miedo…
人魚
La sirenita
Escondida en mi armario...
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