martes, 15 de enero de 2013

DECLARACIÓN de INTENCIONES con Retraso

Hoy parece que ha salido todo el mundo a aprovechar el último día del año. No encuentro la quietud acostumbrada. Parece que todos tienen prisa. Más prisa de lo normal. Y por primera vez yo no tengo ninguna. Sí la he tenido otras veces por empezar un nuevo año, nuevos planes en los que siempre primaba poner orden. Poner orden en mi casa, de forma recurrente en los armarios (igual que cuando me voy de viaje, que me da por colocar armarios mientras preparo maletas). Tirar lo viejo, la ropa que no uso...Este año, en vista del resultado de los años anteriores, no me planteo nada. Mis armarios seguirán igual que antes. Igual de llenos de cosas inservibles, de ropa desfasada que, aunque llevo años sin ponerme, no me atrevo a tirar, por si acaso. Y mi vida...dejaré que siga fluyendo, sin planes, sin promesas, sólo buenas intenciones. Pero no porque mañana sea uno de enero del año 2013, no, simplemente porque es otro día más al que le hemos puesto nombre, igual que al tenedor lo llamamos tenedor y a la cuchara, cuchara.


Para Alejandro, que le gusta empezar el año en septiembre...

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