Hoy, por primera vez en muchos años, me he sentido en Las Palmas de Gran Canaria como en Tokio. Había quedado tempranito con un amigo y la cita se retrasó. Tenía dos opciones, esa sí era la diferencia con Tokio: podía, o bien volver a casa y salir más tarde ( esta opción en Tokio sería impensable, porque probablemente ya estaría tan lejos que tardaría dos horas), o hacer tiempo tomándome un café mientras leía el periódico ( lo del periódico, por razones obvias, sería otra diferencia). Así que opté por el café. Entré en una de esas franquicias Granier que han sabido aprovechar de maravilla el momento crisis: buena imagen y tres croasanes por un euro cincuenta, y entre el tono gris del día, la lluvia fina y el estar sentada sola, he estado a punto de un déjà vu. Digo a punto, porque la diferencia principal es que, al mirar a mi alrededor, veo gente de todo los colores: de piel, de pelo, de ropa…y oigo voces, unas serenas, otras ruidosas, escandalosas, risas y enfados, cristales sonoros, pitas enfadadas, ¡buenos días!, caras tristes, apagadas, otras risueñas…Pero veo. Veo la vida. Y tal día como hoy, hace casi nueve años, sentada igual de sola en una cafetería, bueno, sola no, estaba con mi bebé, Yui, deseando que tuviese siete años para poder tomarme un café hablando con ella, tal día como hoy, decía, en aquella cafetería nipona, miré a mi alrededor y me percaté del silencio, de la ausencia de risas, del color gris de todos los trajes y decidí que ya era hora de volver.
Y ne eché a andar entre una multitud...
ResponderEliminarPrecioso relato, amiga.
Un beso grande, grande.
Gracias Rosario...y de verdad...me eché a andar entre esa multitud...precioso final
EliminarBuena decisión Guada, de lo contrario no te hubiese conocido.
ResponderEliminarUn besote enorme y buen finde.
Sí Malena!!!!!!! y ya te iré contando lo que me trajo de vuelta precisamente a Las Palmas, a donde no venía desde que era una adolescente....
EliminarUn abrazo y nos vemos mañana!!!!!!!!
A veces no sabes por qué te gustan las cosas, pero estás seguro de que te gustan. Desde hace algún tiempo visito Tokio Azul. Me gusta, entre otras cosas porque con tu forma de mirar, escribir o sentir nos acercas a un mundo que resulta, al menos, sorprendente. Cuando he leído este texto he entendido que en realidad nos acercas al mundo, a la ciudad, en la llevamos años viviendo.
ResponderEliminarGracias Marcos, gracias de verdad por tus palabras, me animas sin saberlo a seguir escribiendo...
EliminarUn abrazo muy fuerte a mi vecino, vecino de palabras y vecino en vecindad...tú me entiendes!!!!
Me encantan tus pequeños relatos: tan cortos como intensos....tienes la capacidad de decir tanto en unas pocas líneas.
ResponderEliminarGracias Ruth, gracias por seguir aquí
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Guada
Me gusta tu manera de escribir. Sencilla pero con sustancia. Visual, muy periodística y emociona. Enhorabuena! Un abrazo
ResponderEliminarGracias Belkys!!!!!!! me siento honrada de que te guste.
EliminarUn abrazo muy grande!!!!!!!!!!!!!